San Lorenzo Tezonco, el plantel de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México en donde trabajo esta a punto de cumplir 15 años y yo he estado aquí desde el inicio. A lo largo de estos años he visto entrar muchos estudiantes del Colegio de Ciencia y Tecnología, de los cuales muy pocos han logrado titularse. He colaborado en muchas iniciativas, y de hecho, el de Física por Indagación me abrió las puertas a esta Universidad. Participé, discutí, patalee en las reuniones de Academia de Física hasta que estas se redujeron a una sesión semestral para organizar el trabajo administrativo relacionado con las clases, organicé junto con mis amigos un primer (y hasta ahora único) encuentro de experiencias de actividades de Física. He iniciado una gran cantidad de proyectos y he sido invitado a participar en tantos otros, de los cuales tres me han gustado mucho: el festival Semilla para incentivar la lectura de libros, el taller de TIC para trabajadores de la UACM y el Simposio de Matemáticas para Ingenieros. He escrito y, reescrito una gran cantidad de actividades para los cursos de Física, sobre todo con mi amigo Mateo Markovich, quien ha sido uno de mis cómplices en innovar en las clases de Física, para hacer que cada semestre tener un curso nuevo y mejorado. He tratado que mi cubículo sea un espacio para trabajar en asesoría con los estudiantes. En el pasado, he fracasado como tutor y ahora persigo a mis tutorados in misericordemente (por cierto, si saben de alguno, les dicen que contesten mis correos electrónicos), he hecho múltiples experimentos en el mundo virtual y desde hace un par de años escribo blogs de manera compulsiva.
Mis sueños, devenires y frustraciones se han materializado ahora en el proyecto del Laboratorio de Enseñanza y Aprendizaje. Este espacio propone reflexionar sobre la Universidad, su proyecto y la educación en general, alrededor de actividades centradas en el estudiante y siguiendo el principio de brindar apoyo a quién más lo necesita (o sea todos nosotros). Se trata de proponer un espacio de construcción y reflexión colectiva abierto a cualquier miembro de nuestra comunidad universitaria. Es un laboratorio porque da espacio al ensayo-error, la experimentación, la colaboración dentro de un marco de trabajo flexible, pero basado en los principios del proyecto educativo de la UACM y la investigación en el campo de la Educación en Ciencias; también se propone crear un registro de las experiencias de aprendizajes. Por el momento empieza con los cursos del ciclo básico de Ciencia y Tecnología y busca ser un espacio más, para poder construir conocimiento en torno a la Educación Superior.
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